
El sábado me llamó para despertarme a las 11 y pico, y me dijo que me fuese con él a tomarnos el aperitivo a Campoamor. Son cosicas que suele hacer él. De pronto, cuando menos te lo esperas, te regala un día de puta madre, a base de alcohol, sol y mar.
Me quedé un poquito flipado cuando ví la zodiac en cuestión. Observad el interior... yo quiero vivir en un sitio así.
Pinchad el la foto para verla bien.

Fue una tarde de puta madre, con buena comida, incluyendo ensalada y fruta, mala comida, para energúmenos como yo, y alcohol en abundancia.
Como soy un poco putita, estoy intentando convencer al Chiquitín para que me lleve a mí solito, y podamos tener nuestros momentos de intimidad en alta mar... y de paso pegarme una saludable sesión de buceo!!!!
Tanto buen rollo tenía que acabar, y al final, al día siguiente (ojo), acabó ganando la carrera el autobús azul, que supo sacarle partido a sus ruedas y al hecho de que corriera en casa. La lectura de la carrera no es desesperanzadora, claro está, porque se ha visto que incluso en una de las catedrales Renault-Michelín, los Ferrari están ahí, dando caña.
Mejor me quedo pensando en lo bien que sabe la cerveza aliñada con brisa marina.


1 comentario:
Envidia, envidia recorre y corroe mis venas. Pero que envidia!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Publicar un comentario