30 de agosto de 2012

De... Vacaciones?

Voy a poner algo por aquí, visto que la actividad del blog no está en su mejor momento.
Unos se casan, otros se compran un pisito, otros se van a trabajar a Portugal, y cuando no, están deseando quedar con la novia. Hay algunos que en breve leen su tesis, y otros que sólo comentan, nunca escriben un post, por lo que ni están ni se les espera.
Visto lo visto, yo, que sólo tengo dos bebés que me vuelven loco (metafórica y literalmente), voy a colocar aquí un mini-post, si mis monstruos me lo permiten. Para que os hagáis una idea, he buscado un momento tranquilo, y he tenido que parar ya seis o siete veces. Y eso que el monstruo mayor está siendo domado por su madre... Digo, que voy a escribir esto, para sondear un poco si alguno de vosotros aún mira esto "en vez en cuando", así que agradecería que comentárais, aunque sólo sea pa decir esta boca es mía.

El caso es que habiéndonos visto desamparados por los cuatro abuelitos, que se han puesto de acuerdo para dejarnos en la estacada, mi bendita señora y este gañán que os escribe, decidimos meternos en algún rincón dónde nadie nos conociera, y pudiéramos dejar libres a las bestias, aunque fuera por unos segundos cada hora. Y dimos a parar con nuestros huesos a Roquetas de Mar. La verdad es que el sitio es paradisíaco, y con la escasa ocupación hotelera de este año, y en las fechas que estamos, las piscinas están casi vacías, y todo, desde el buffet libre, hasta las sombrillas del césped, está genial. Por eso espero, que toda la pena que os he dado con el estrés que llevamos, se convierta ahora en pura envidia ponzoñosa que os devore por dentro.

Un cordial saludo. Mi pequeña se está dejando las cuerdas vocales, y la mayor restriega una ciruela pelada por su cuerpo y el césped alternativamente.





7 comentarios:

Patman dijo...

¿A Portugal? ¿Quién se ha ido a Portugal?

Iván dijo...

Qué bonito el sanatorio construido a orillas del mar. Qué grandeza nuestra ley de costas, nuestros concejales de urbanismo, promotores de viviendas y nuestro entorno natural desprotegido. Qué envidia me dais, ciáticos sociales contribuyentes al crecimiento de este maravilloso y podrido país.

Estamos por aquí, estamos. Miramos esto en vez en cuando y se echaba de menos una aportación, más si cabe tan refrescante e insulsa como ésta.

Esperemos que este sea el comienzo de una larga lista de ingeniosas contribuciones a la tonificación del intelecto humano, la regeneración del balneario mental donde solíamos aliviar nuestra decadente monotonía vital.

Nos hacemos viejos, compañeros, si queremos. No permitamos que nuestras responsabilidades nos impidan acudir a este portal blogero que engrandece al espíritu humano con un solo click de ratón. Animaos, hacendosos camaradas, a continuar con esta noble tarea de ilustrar a gañanes como yo. Haced algo con vuestra inútil sabiduría!

Jota___ dijo...

Justo eso quería oir. Tengo un par de post en la recámara. Sólo para vosotros...

Patman dijo...

Amén

Jota___ dijo...

... peeeero, mientras llega el post, te diré, rebelde in red, que justo eso era el hotel. Un sanatorio. Y no veo nada malo en que exista. El hecho de que sólo haya sanatorios, sí me parece preocupante. Pero no el sanatorio en sí.

Debería ser algo menos repetitivo. Por ejemplo: Un par de kilómetros de playa virgen, con palmeras y tesoros de piratas enterrados en la arena, un par de kilómetros de sanatorios de éstos, un par de kilómetros de chiringuitos y discotecas de playa, que en lugar de arena vayas pisando rulas... y un par de kilómetros de chaletitos para ricachones. Luego vuelta a empezar...

Si es que sois la repanocha.

Y por cierto... sané, sané.

Undress dijo...

Lo de ir a sanatorios en verano me deja ya sin ganas para engendrar descendencia :D

Estamos vivos.

Jota___ dijo...

Me alegro mucho de leerte!!! Aunque seas un cobarde desertor y por Murcia la sola mención de tu nombre está prohibida y penalizada.
Te aseguró que es un cambió mucho más gratificante que penoso, esto de ser padres. Sobre todo a partir del primer año. Aunque te mentiría si te dijera q no echo de menos los viejos tiempos, ahora, indudablemente estoy más completo, y mejor. Aunque más viejuno, claro. Un abrazo, compare.