5 de febrero de 2011

Qué hijo de puta

8 comentarios:

Iván dijo...

Un auténtico subnormal

Patman dijo...

Un crack.

Anónimo dijo...

A mi me parece acertado. Que se jodan los afectados. Vaya un puto genio de la ofensa discreccional.

Jota___

Iván dijo...

Nunca vi lícito el humor basado en la ofensa (al menos en público).

Anónimo dijo...

Es que a mí no me parece gracioso. Me parece una agresión absurda, injustificada, colectiva, gratuita, encarnizada y que deja en mal lugar a todo el mundo, pero sobre todo al protagonista... por todo ello me es agradable de observar.

Jota___

Iván dijo...

Entiendo que te agrade verlo por poder dar fé de la existencia de semejante calaña que hace alarde de tamaña chabacanería, no con poco ingenio, he de decir. Tal es la hazaña que podría compararse con el visionado de las crudas imágenes del holocausto en pelis como la de Schindler o buenos documentales, que una vez visto no apetece rever, pero "agrada" verlas al menos una vez por poseer el bagage que de tal experiencia se adquiere, y con ello confiere, por qué no, buena conversación.
Parece ser que esta noche tengo algo de asonante, quizá debido por la dopamina galopante tras los largos de piscina, o por la serotonina tras llenarme el buche.

Anónimo dijo...

Pues yo creo que a la salida le estaban esperando un par de muchachotes de europa del este...

Lo interesante es ver como los blancos de sus "bromas" presentes tienen que poner sonrisa y hacer ver que no les molesta...
No son pequeñas alusiones o bromas que pican, van a donde duele y se ceba.

"no le mires mientras le tocas"... eso me ha hecho gracia. Sobre todo porque Hugh estará tocando a su mujer mientras ve el programa y pensando "sí sí sí, pero yo me encamo con ella mientras tu te pinchas a lo que sea con lo que te has podido casar".

Iván dijo...

Bread, te vamos a comprar un rumano pa tu cumple.