Después de que el pasado enero los chicos del MIT inventaran la impresora de comida, hábilmente llamada cornucopia, en la empresa Tiger Stone (que no trabajan el tigre si no lo otro) decidieron tomar cartas en el asunto, y este es el resultado, una impresora de calles.
Como diría Breadbimbo: ¨Cosas veredes amigo Sancho...¨
1 comentario:
No veo ventaja alguna a la colocación manual. Lo único es que no doblan la espalda y por eso pueden trabajar abueletes como los del video.
Sera otra maniobra del gobierno tendente a alargar la edad de jubilación hasta los 80?
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