He estado pensando acerca de mi pasión por discutir (entendiendo discutir como debatir, exponer, aprender del otro, y mostrar al otro tus ideas).
Toda mi vida las discusiones han sido la segunda mayor fuente de información con la que he resarcido mis ansias por saber. La primera, evidentemente son los libros, y la tercera internet. Joder!.
Creo que soy de las pocas personas (es un piropo que me echo, porque mi abuela murió este verano) que disfrutan escuchando.
Sin embargo, últimamente no logro aprender nada del que expone, y eso se debe únicamente a que no soy capaz de motivarme por las conversaciones que mantengo en mi día a día. Me falta un tutor. A lo largo de mi vida siempre he tenido uno, alguien de quien aprender, alguien que para dar una lección magistral sólo tenía que mover los labios (parafraseando al maestro Joaquín). En otra época fue mi padre, mi profesor Paco Ventura (al que venero), otros profesores, mis amigos (Iván, Delatower, Angeltxu, Andresín, y todos los demás) cada uno a su manera ha tenido algo que contar, algo que ha sido una clase pitagórica, un paseo por el Edén del Conocimiento. Y ahora llevo mucho tiempo añorando esto....
Por favor, amigos (si no os he nombrado, no os ofendáis, todos vosotros habéis contribuído), mantenedme al loro, despierto... por eso... tiráme un hueso.... Os lo agradezco de antemano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario